Los ácidos grasos omega-3, conocidos por sus beneficios en nuestra salud general, son igualmente maravillosos para nuestros amigos caninos. Estos ácidos grasos antiinflamatorios activan ciertas partes del sistema inmunitario que ayudan a reducir la inflamación. Las investigaciones han demostrado que los omega-3 pueden mejorar significativamente el desarrollo cerebral, la cognición, la salud intestinal, la función renal, así como la salud del corazón y las articulaciones en perros. Además, algunos estudios indican que los omega-3, junto con aminoácidos y prebióticos, pueden acelerar la recuperación de los perros tras una intervención quirúrgica.
Los omega-3 también pueden mejorar la calidad del pelaje en situaciones que podrían deteriorarlo, como las alergias, el hipotiroidismo u otros trastornos metabólicos.
Es crucial que los omega-3 se complementen con omega-6, un ácido graso que, en equilibrio con los omega-3, ayuda a curar y reparar células en todo el cuerpo. Se recomienda buscar suplementos que mantengan una proporción de cinco omega-6 (o menos) por cada omega-3, ya que un exceso de omega-6 sin el contrapeso de los omega-3 puede provocar inflamación crónica.
Nos encantan los suplementos que encontramos en los piensos de varias marcas de bienestar canino. Cómo no, es el resultado de su colaboración con científicos de alimentos, nutricionistas y veterinarios certificados y destacados formuladores de productos para mascotas. Ofrecen así algunos de los mejores piensos, golosinas y suplementos que promueven la salud integral del perro. Estos productos a menudo están disponibles en tiendas especializadas de animales. Los suplementos de omega-3 suelen derivarse del aceite de ciertos pescados que son ricos en estos nutrientes. Normalmente, se mantiene una proporción de cuatro a uno, asegurando un equilibrio saludable entre omega-6 y omega-3. También hay piensos hechos a base de estos pescados, que suelen encantar a nuestros perros.
Si tu pienso favorito no contiene aceites omega, puedes integrarlos directamente en la comida de tu perro, según las recomendaciones del fabricante del aceite. Comienza con una dosis menor a la sugerida y ajusta según la respuesta de tu perro. Si encuentras el plato vacío poco después, es una clara señal de aprobación.
En cuanto a las golosinas, las carnes magras, los pescados y muchas frutas y verduras son excelentes opciones, aunque es importante evitar el ajo, las cebollas, las pasas, las uvas, el aguacate y los frutos secos. La mayoría de las mascotas pueden tolerar los frutos secos, pero generalmente no necesitan la grasa adicional. También puedes ofrecer a tu perro golosinas de queso y carne. Estas suelen ser liofilizadas para preservar tanto los nutrientes como el sabor, y no contienen aditivos, maíz, trigo ni soja. Puedes usarlas como un aderezo para la comida o como un snack rico en proteínas. En ocasiones, estas golosinas incentivan a los perros a comer, especialmente aquellos que de otro modo podrían hacerte esperar todo el día para comer.
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Este artículo es solo para fines informativos. No es, ni pretende ser, un sustituto del consejo médico profesional, diagnóstico o tratamiento del veterinario quien te dará consejos médicos específicos.